En medio de las medidas restrictivas para enfrentar el avance de la pandemia, pumas, zorros, delfines, y menor vibración en la tierra son parte de los resultados del aislamiento social.
Menor vibración en la tierra y expansión de lugares de avistamiento animal, son parte hoy de los efectos que ha tenido la tierra para ante el aislamiento social mundial por la pandemia del COVID-19.
Reportes del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) de la Universidad Nacional (UNA), han detectado una menor cantidad de vibraciones en la tierra gracias a los equipos de este ente que justamente miden los movimientos en nuestro país.
Con cambios no sentidos para las personas pero si para los equipos (denominados ruidos de sismos antropogénicos) la vibración causada por la actividad diaria humana han descendido según detallaron científicos del Ovsicori.
La no circulación de vehículos y personas y la escasa actividad productiva, provocó que en un mes disminuyera la deformación del suelo en esa ciudad, según detalló en un informe el científico y geólogo, Esteban Chaves, quien añadió que este impacto es apenas comparable con el desplazamiento del suelo generado por un sismo de magnitud muy baja.
Según Chaves, en otros países como Francia, Suiza o Bélgica han hecho estudios como este, con resultados similares a los encontrados por el Ovsicori.
El menor movimiento y el distanciamiento -aunque aun no se ha determinado relación alguna- ha logrado que ciudades completas se vacíen, generando así un mayor avistamiento de animales en lugares que comúnmente no se visualizaban.
Bandadas de aves más grandes en la costa, pumas en la ciudad, jaguares en playas y monos buscando alimentos, son solo parte de las imágenes que nos deja este periodo de aislamiento social.
A continuación algunas de ellas.
Un ciervo fue visto en las calles de Sri Lanka Los monos tomaron las calles de Tailandia durante las restricciones a la circulación por el coronavirus Un puma fue visto en las calles de Chile durante la cuarentena La menor densidad de población que circula en las ciudades de Japón ha animado a muchos animales salvajes a acercarse al paisaje urbano. Los monos, hambrientos, llenaron las calles de Tailandia Gaviotas de franklin, guanayos y zarcillos ocupan las playas turísticas de Lima.
Fuente y Fotografías: MongaBay/Infobae y Ovsicori